España-Arabia 3-2

El partido empezó con dominio, aunque parezca mentira, del combinado asiático, con alguna jugada suelta de España. La sensación era que, o bien los nuestros habían salido relajados, o bien estaban “de pretemporada”, tras el final de la liga. Así, tras una mala salida de Casillas en un corner, choque con un delantero incluido, el central Osama marcaba el 0-1, momento en el que España despertó y empezó a desplegar su juego de toque. Iniesta, Silva y Xavi, los magos del equipo, tenían chispazos de calidad, lo que dió paso al empate por mediación de Villa, tras centro perfecto de Iniesta y un fallo del marcador del asturiano, que cabeceó a la escuadra. Sin embargo, y a pesar de todo, llegamos al descanso con la sensación de que La Roja no estaba jugando al 100%.

Ya en la segunda parte, Xabi Alonso deshizo las tablas con un derechazo raso desde la frontal, al que nada pudo hacer Waleed Ali, guardameta rival. Así, se produjeron los primeros cambios en el combinado español, produciendose el debut de Pedro, y unos minutos de relajación absoluta, con pocas oportunidades por parte de los dos equipos, pero con España tocandola. Y como pasa si bajas el listón, el rival lo aprovecha. Con algo de fortuna, tras rebotar en un jugador, un disparo desde fuera del área se coló por la izquierda de Casillas, que se quedó clavado al pensar que iba hacia el otro lado. Los campeones de Europa intentaron entonces ir para arriba y ganar el partido, pero las jugadas combinadas no salían, y las individualidades de Navas, que intentó regatear y centrar siempre que recibía, sin éxito, no desatascaban el encuentro. Al final, en el último suspiro, El Rey León, Fernando Llorente sumaba su tercer gol como internacional rematando un corner para darle a la Roja su décima victoria consecutiva.

Para destacar, la recuperación de Iniesta, que tras una temporada irregular y con varias lesiones parece que ha vuelto a buen nivel.